lunes, 15 de septiembre de 2008

Lo CORRECTO y lo INCORRECTO

Vivimos en un Universo físico donde se manifiesta el orden y la organización por doquier. Su presencia se evidencia en la vida, desde el nivel de los átomos y las moléculas, las células, los tejidos y los órganos, pasando por la supervivencia ecológica de toda manifestación de la Naturaleza hasta llegar a los sistemas planetarios y las galaxias. Las Leyes y Principios Universales rigen en todos los niveles de existencia de manera inexorable e inviolable. Pero, el germen del desorden y de la rebeldía se introdujo en la creación conociéndosele como Oscuridad -en contraposición a la Luz-: el principio del CAOS.
Todo lo que desconozca la necesidad del orden para preservar la armonía y la funcionalidad de la creación universal, pertenece al principio del CAOS. En la medida en la que el orden prevalece sobre el Caos la vida se manifiesta y perdura. Poe ejemplo: En los animales la tendencia a seguir un ORDEN se impone como una tendencia instintiva codificada genéticamente que impulsa a los animales de una misma especie a saber cómo actuar apropiadamente ante cualquier situación. No existen posibilidades de que actúen contraviniendo la propia naturaleza. Bajo ningún aspecto una vaca comerá carne, o un tigre comerá vegetales.
Esto ocurre así en todos los niveles de vida y existencia conocidos con excepción del caso de la Humanidad. Porque los humanos poseemos libertad para elegir y capacidad de autoconsciencia, la posibilidad de aprender y de evolucionar ocurre mediante la consciencia y la sabiduría a través del ensayo y del error. Por tal razón, habérsenos concedido el don del libre albedrío, en nosotros el germen del CAOS ha encontrado un terreno fértil donde prosperar. Por ser animales sabemos lo que nos gusta y lo que nos disgusta, lo que nos agrada y da placer o lo que nos desagrada y causa dolor pero a diferencia de ellos, ignoramos lo que necesitamos y lo que nos hace bien o mal. La experiencia de dolor y de placer son señales que permiten a los animales diferenciar lo que es bueno y lo que es perjudicial para su naturaleza. Pero, nosotros y en especial hoy en día no podemos guiarnos por estas señales nada más porque la interpretación de las mismas es muy confusa. En el mundo actual existen muchas cosas agradables, sabrosas o placenteras que son perjudiciales y viceversa. Así que tenemos que introducir otros tipo de criterios que puedan prevalecer sobre las apetencias e impulsos a la hora de hacer una elección ya que tenemos que considerar las conveniencias y los requerimientos de nuestros organismos para evitar intoxicarnos o enfermarnos.

En el pasado, las religiones y las reglas morales surgieron en los pueblos ante la necesidad de darnos algunas pautas, principios y leyes para preservarnos del daño que podemos causarnos a nosotros mismos como individuos o a otros como sociedad y hacer posibles la supervivencia y la convivencia,. Hoy en día, la ciencia y el materialismo científico mostrándonos sus certezas y comprobaciones han sabido erigirse en nuevas autoridades convirtiéndose en nuevas referencias para la Humanidad, ratificando por cierto, la conveniencia, necesidad y universalidad de muchos de esos principios espirituales tales como el principio de Causa y Efecto, el de Correspondencia, el de Polaridad y Proporcionalidad, entre otros. Sin embargo, otras voces provenientes del CAOS, que representan intereses egoístas, han emergido con mucho poder y atractivo desplazando a la ética, a la moral y al sentido común imponiéndose una sexualidad desenfrenada, el consumismo aberrante, la dependencia tecnológica, la depredación ambiental, etc.
Por todo ello, el estado de confusión actual creado es muy propicio para los fines de la Oscuridad, es imperativo que introduzcamos en nuestras vidas el criterio de la necesidad de identificar lo que es CORRECTO y lo que es INCORRECTO. Para lo cual, debo recordarles poseemos una naturaleza dual: animal y espiritual. La primera se manifiesta a través del cuerpo con sus apetencias, emociones, creencias, con un nombre, un apellido, calificaciones, cualidades, etc. a esta parte la psicología la denomina el Ego. Pero, también reconoce la existencia de un Ser Real o Auténtico que se relaciona con la esencia espiritual. El ego por su naturaleza y lo antes expuesto es muy susceptible a ser influenciado por el principio del CAOS. Así que mediante el egoísmo se introduce el desorden, la desarmonía, la pérdida de organización, coordinación y funcionalidad en los sistemas biológicos conduciendo al CAOS.
Por ensayo y error nos equivocamos o acertamos, y de esta manera por aproximaciones sucesivas nos vamos acercando a conocer qué es lo CORRECTO y qué lo INCORRECTO, qué es lo saludable y lo que no, qué es lo que nos conviene y qué es lo que necesitamos. Una de esas Leyes determina que toda acción produce una reacción, por lo que toda elección ha de acarrear consecuencias. Al final de cuentas, la sabiduría se reduce a aprender a hacer las elecciones correctas. Aquellas que como consecuencia, generan salud, plenitud, satisfacción, paz y realización. Mientras que por el contrario, las elecciones incorrectas y los desatinos conllevan a la experiencia de dolor, de angustia, de desolación, a la enfermedad y a la degeneración.
Pero no basta tener el conocimiento para discernir, para poder ejercer efectivamente la capacidad de elegir tenemos que ser independientes, responsables, con autonomía y libertad para decidir y hacer una escogencia sin determinismos, prejuicios, condicionamientos o bajo influencia de alguna coacción. Y resulta ser, que nunca antes como ahora en la historia de la humanidad estamos siendo programados, condicionados y permanentemente seducidos por, la tecnología, la comodidad, los placeres sensuales y el consumismo, con lo cual se nos conduce a actuar en un estado de compulsividad reactiva. Nos encontramos atrapados por una red que nos mantiene esclavizados en un estado de inconsciencia, y en la ignorancia de aquello que necesitamos y de lo que verdaderamente nos conviene. Nos han convertido en consumidores irracionales y compulsivos, y se nos ha privado de la libertad robándosenos la capacidad para elegir porque en realidad: somos adictos.
Los valores han sido desplazados por antivalores, vivimos en un mundo de superficialidades y materialismo en el que se exalta la lujuria, la gula y la avaricia, se justifica la pereza y la ira, y se propicia la envidia y la soberbia (los 7 Pecados Capitales). Por ello, carecemos de interés y de capacidad para rehusarnos a las apetencias, a las provocaciones y a las ofertas de placer inmediato. Somos una sociedad enferma que refleja en sus patologías el desequilibrio por acción y omisión, los abusos, el descontrol, la falta de contacto consigo mismo y el autodesconocimiento. Estamos tan confundidos y alejados de nuestro Ser Real que carecemos de la capacidad de discernimiento para saber diferenciar entre una tentación y una oportunidad. Cuando hay confusión se crean las condiciones para que impere el CAOS y la anarquía, y en estas circunstancias nuestras elecciones serán siempre las INCORRECTAS. De esta manera avanza y gana terreno la Oscuridad, manteniéndonos en la ignorancia, propiciando la inconsciencia, fomentando la rebeldía, la falta de discernimiento y cultivando las adicciones.

Bien es cierto que la Oscuridad ha ganado mucho terreno, al hacernos tan arrogantes y engreídos como para creernos dueños y amos de la creación, libres para actuar ignorando la autoridad y transgrediendo caprichosamente cualquiera de las leyes naturales y satisfaciendo cualquier deseo que se nos antoje. Ciertamente que nunca había contado con tantos instrumentos para cegarnos como en la actualidad, pero a cada movimiento de la Oscuridad surge una nueva y original propuesta de la Luz. No estamos abandonados a nuestra suerte, la Luz tiende puentes permanentemente para que aquellos que hayamos cedido a las tentaciones y debilidades del ego retornemos al Paraíso perdido. Si la influencia de la Oscuridad es inconmensurable en la actualidad, no menos poderosa y consistente es el avance de la Luz. Nunca antes habían existido tampoco, tanta información al descubierto, tantas personas en la búsqueda, tantos sanadores, tantos grupos y movimientos de consciencia ecológica, espiritual y unificadora obrando símultáneamente por la evolución y la sanación de la Humanidad. Por más que la Oscuridad crezca y se fortalezca, las tinieblas siempre son y serán disipadas por la Luz.
Quienes aspiren a mejorar la calidad de vida y quienes creen en la evolución y en una esperanza para la Tierra y sus habitantes; quienes creen que es posible envejecer en condiciones de funcionalidad y plenitud; y quienes aspiramos al disfrute y a la realización permanente, necesitamos extremar las medidas que desarrollen en nosotros esas fortalezas que ayudan a sobrellevar las dificultades de estos tiempos sin perder el rumbo. En una Guía para encontrar la LUZ en un mundo confuso encontramos un compendio de esos conocimientos, reflexiones y ejercicios para tomar consciencia de los principales aspectos que nos debilitan y de aquellos que nos fortalecen. Así, podremos capacitarnos con Actitudes y Aptitudes que edifiquen en nosotros la Fuerza Interior .
Esto hace imperativo el avocarnos al autoconocimiento y al entrenamiento personal para capacitarnos con Actitudes y Aptitudes que edifiquen en nosotros la Fuerza Interior. Tomando consciencia de los principales aspectos que tienen el poder para debilitarnos y de aquellos que pueden fortalecernos. Creando un firme sentido del DEBER, de lo que es CORRECTO e INCORRECTO.